Como cristianos, debemos ser conscientes del poder que tenemos en nuestras palabras. Tenemos la responsabilidad de utilizar nuestras palabras de manera sabia y considerada. El Apóstol Pablo nos exhorta en Colosenses four:six a que «vuestra palabra sea siempre con gracia, sazonada con sal, para que sepáis cómo debéis responder a cada uno.
Dios nos llama a dar cuenta de nuestras palabras y a utilizarlas para su gloria. La forma en que hablamos refleja nuestro corazón y nuestra relación con Dios. Debemos ser conscientes de esto y esforzarnos por usar nuestras palabras para honrar a Dios y beneficiar a los demás.
Predica sobre el poder transformador de las palabras en las predicaciones cristianas El poder de las palabras en la vida del creyente El poder transformador de las palabras de Dios El cuidado de nuestras palabras hacia los demás La importancia de guardar nuestras palabras La confesión positiva en nuestras vidas La sanidad a través de nuestras palabras Conclusión
Responsabilidad y cuidado de la creación: Si todas las cosas han sido creadas por la Palabra de Dios, entonces tenemos la responsabilidad de cuidar y preservar la creación como mayordomos de lo que Dios nos ha confiado.
Y ellos le han vencido por medio de la sangre del Cordero y de la palabra del testimonio de ellos, y menospreciaron sus vidas hasta la muerte.
Estas palabras nos desafían a reflexionar sobre la importancia de nuestras palabras y cómo pueden afectar tanto a nosotros mismos como a los demás.
Antes bien renunciamos a lo oculto y vergonzoso, no andando con astucia, ni adulterando la palabra de Dios, sino por la manifestación de la verdad recomendándonos a toda check here conciencia humana delante de Dios.
La Biblia nos enseña que nuestras palabras tienen un poder significativo. Podemos edificar o destruir con lo que decimos, y por lo tanto, debemos ser conscientes de cómo nuestras palabras pueden afectar a los demás.
La Biblia nos advierte que un día daremos cuenta de cada palabra que hayamos hablado. Mateo twelve:36 nos dice: «Pero os digo que de toda palabra ociosa que hablen los hombres, de ella darán cuenta en el día del juicio».
Nuestras palabras deben estar llenas de amor y verdad, y deben edificar y fortalecer a los demás. Debemos evitar el uso de lenguaje ofensivo y vulgar, y en su lugar, hablar con amor y respeto.
Aunque pueda parecer difícil de comprender o confuso para un nuevo cristiano, al comenzar con los evangelios será más sencillo entender el program que Dios tiene para nosotros. De esta manera, podremos caminar con firmeza en todo momento hacia el propósito que Dios ya tiene reservado para nosotros, y veremos Su gloria de manera grandiosa al seguir los mandamientos y estatutos del Señor.
La Biblia nos enseña que las palabras de Dios tienen poder para transformar. Hebreos four:12 nos dice: «Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón». Las palabras de Dios son vivas y activas, y pueden penetrar hasta lo más profundo de nuestro ser.
En lugar de criticar o juzgar, debemos buscar formas de animar y apoyar a los demás con nuestras palabras. Romanos 14:19 nos insta a «seguir lo que contribuye a la paz y a la mutua edificación». Esto implica que nuestras palabras deben promover la armonía y la unidad entre las personas.
En el contexto de la Biblia, la frase «por su palabra fueron creadas todas las cosas» significa que Dios creó el universo y todo lo que existe simplemente con su palabra. Esta declaración resalta el poder y la autoridad de Dios como Creador de todo lo que vemos a nuestro alrededor.